Resurrection hand balm in amber bottle with pump placed on a stand next next to a door and street.

La historia de Resurrection Aromatique Hand Balm

Historias de Aesop

No es de extrañar que una empresa que lleva el nombre del gran narrador griego disponga también de un puñado de buenas historias en su repertorio. Y no hay fábula que sea más digna del canon que la que relata la creación de nuestro primer producto para la piel, el bálsamo para las manos Resurrection Aromatique Hand Balm. Para algunas personas, el primer encuentro con Resurrection se da a las puertas de una tienda Aesop, donde una botella estratégicamente colocada seduce a quienes pasean por delante. Hay quien descubrirá esta mezcla amaderada de cítricos en forma de regalo, en el baño de un restaurante de prestigio o entre los enseres de cuidado personal de algún ser querido. Sea como sea ese encuentro, Resurrection Aromatique Hand Balm sin duda deja una primera impresión imborrable...

De anécdota a leyenda

Al contar la historia del origen de la primera crema de manos de Aesop una y otra vez, ha dejado de ser una divertida anécdota y se ha convertido en una asombrosa leyenda, rodeada de un aura mística tan intrigante, cautivadora y que en ocasiones invita a dibujar una sonrisa como una fábula de antaño.

Resurrection hand balm in amber bottles illustration printed on a poster
Individual at a salon getting their hair touched by hands

El peluquero y la manicura

Todo comienza un día invernal en Melbourne, con el encuentro fortuito entre dos amigos que no se veían hacía tiempo: un peluquero y una manicura. El peluquero, quien posteriormente transformaría su negocio en lo que conocemos como Aesop, le pregunta a la manicura si querría ofrecer sus servicios a los clientes mientras esperan su turno para la peluquería. La manicura acepta la propuesta y su presencia en el salón de belleza es todo un éxito, tanto que, mientras disfrutan de sus manicuras y masajes de manos gratuitos, los clientes apenas se dan cuenta de que las citas de la peluquería siempre van con «un poco» de retraso. Todo va como la seda, pero la manicura no está del todo satisfecha: si el resto del equipo puede trabajar con productos estupendos para el cabello creados por el propio salón que hacen las delicias de los clientes, ¿por qué tiene ella que conformarse con las mismas fórmulas nada estimulantes que usa todo el mundo?

El nacimiento de un bálsamo

Las quejas de la manicura surten efecto y, en busca de una solución, el peluquero crea una mezcla de su propia cosecha con la esperanza de que cumpla con los requisitos del encargo: una combinación improvisada, pero atractiva, de extractos de almendra, naranja, mandarina, lavanda y romero. El resultado es una manteca aromática que consigue exactamente lo que su creador espera: hidratar las manos de la clientela del salón de belleza al tiempo que deleita sus sentidos con el agradable aroma. Pero sigue habiendo un problema: la mezcla es bastante aceitosa y deja las manos grasas.

A pink 75mL tube of Resurrection Aromatique Hand Balm sitting on a shelf.

De vuelta al punto de partida, el peluquero refina su creación para las manos con la incorporación de ingredientes que conviertan el aceite en crema, así como extractos de zanahoria, germen de trigo y vitamina E para que sea todavía más hidratante para la piel.

Y así es como surgió el primer producto para las manos de Aesop: Resurrection Aromatique Hand Balm, la primera fórmula improvisada que fue la semilla de mil fórmulas más, por así decirlo.

Three 500mL bottles of Resurrection Aromatique Hand Balm attached to a textured concrete wall.

La moraleja

El gran fabulista terminaba cada una de sus fábulas explicando la enseñanza que había detrás de cada historia. La moraleja de la historia del Resurrection Aromatique Hand Balm es: hazle caso a tu nariz y a tu manicura.

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Aesop bar soaps placed next to each other on a green textured background
Lessons from the lab
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Lessons from the lab
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«Si el camino es bello, no preguntemos adónde va»

Anatole France