Guía para cuidar la piel en invierno

Cuando llega el frío

Noches eternas al calor de la chimenea. Escarcha sobre los árboles. Guisos reconfortantes y modo hibernación. Luces de colores difuminadas por la lluvia que moja la ventana de un taxi. Los días fríos tienen su lado romántico, pero el cambio estacional puede alterar el aspecto y el comportamiento de la piel, lo cual requiere tomar las medidas adecuadas a lo largo del invierno.

En este artículo, exploramos el cuidado facial en esta época del año: desde la ciencia que justifica una hidratación profunda hasta fórmulas para distintos problemas y tipos de piel.

Comedor visto desde la entrada, con tres velas encendidas en un candelabro situado sobre la repisa de una chimenea.

Piel seca: causas, signos y cuidados

En invierno, la piel es vulnerable a la sequedad y la deshidratación por una serie de factores: el viento, el frío, la calefacción excesiva de oficinas y medios de transporte, ducharse o bañarse con agua muy caliente (que puede eliminar los aceites naturales de la piel), el uso de jabones o limpiadores faciales que exacerban la sequedad, el uso de ropa más gruesa…

La piel seca puede presentar signos visibles (como una textura escamosa o desigual o un aspecto apagado o con rojeces), signos no visibles (como irritación o picor) o una combinación de los dos.

Cuando la piel se reseca durante los meses más fríos, aconsejamos beber agua en abundancia y aplicar un tratamiento que incluya una limpieza suave, una hidratación eficaz y una nutrición rica en vitaminas para mantener la salud de la piel.

Tres placas de Petri, cada una con una muestra de un líquido a base de aceite.

Protagonistas del cuidado de la piel en invierno

Humectantes y emolientes

En el ámbito del cuidado facial, los ingredientes hidratantes suelen denominarse «emolientes» o «humectantes», y muchos productos emplean ambos. Los ingredientes emolientes —como los ácidos grasos, las ceras, las mantecas y los aceites y ésteres emolientes— son conocidos por sus propiedades suavizantes, así como por su capacidad para mantener la barrera protectora de la piel y favorecer la retención de agua. No hidratan, sino que impiden que la piel se deshidrate. Los ingredientes humectantes tienen una función distinta, pero igual de importante para la hidratación, ya que atraen el agua del ambiente hacia la piel. El pantenol y la glicerina son dos de los humectantes más utilizados en nuestras fórmulas.

Los ingredientes emolientes —como los ácidos grasos, las ceras, las mantecas y los aceites y ésteres emolientes— son conocidos por sus propiedades suavizantes, así como por su capacidad para mantener la barrera protectora de la piel y favorecer la retención de agua. No hidratan, sino que impiden que la piel se deshidrate.

Los ingredientes humectantes tienen una función distinta, pero igual de importante para la hidratación, ya que atraen el agua del ambiente hacia la piel. El pantenol y la glicerina son dos de los humectantes más utilizados en nuestras fórmulas.

Ingredientes de refuerzo

Nuestras fórmulas también suelen contener otros ingredientes que aumentan la hidratación, como el sacárido isomerizado (eficaz sobre todo para unirse a la piel) y el carragenato de sodio. Ambos son apreciados por su capacidad de atraer el agua a la piel para una hidratación continua.

Antioxidantes

Los antioxidantes desempeñan un papel fundamental en la salud de todo el cuerpo, ya que lo protegen de los radicales libres. El daño que provocan puede afectar a la función de la barrera de la piel y exacerbar la pérdida de agua, por lo que incorporar ingredientes antioxidantes en la rutina diaria puede ayudar a fortalecer la piel. Los antioxidantes se encuentran en diversos alimentos, como los arándanos, las alubias, la col rizada, las espinacas, el chocolate negro y el té verde.

Ácidos grasos

Al igual que los antioxidantes, estos lípidos son importantes para nuestro bienestar general; y respecto a la piel, ayudan a fortalecer la barrera protectora, lo que mejora la retención del agua. Las mantecas vegetales y los aceites de frutos secos, ambos ricos en ácidos grasos, restauran la hidratación y dejan la piel suave y elástica. En nuestras fórmulas, solemos utilizar ácido linoleico, aceite de semilla de uva y aceite de nuez de macadamia, entre otros.

Estantes ondulados con decenas de tubos de Purifying Facial Exfoliant de Aesop.

Nutrir la piel en invierno

Tanto si notas irregularidades en la piel a medida que los días se vuelven más fríos como si tienes la piel seca todo el año, es fundamental aportarle una buena hidratación. En el caso de las personas con piel seca, deshidratada o madura, conviene utilizar un aceite nutritivo con frecuencia o aplicar un sérum rico en vitaminas antes del hidratante habitual para regenerar la piel y aumentar la hidratación.

Por otro lado, no se debe descuidar la limpieza en invierno aunque se tenga la piel seca: en Aesop abogamos por el uso de fórmulas suaves que no eliminan los aceites naturales de la piel ni acentúan la irritación. Quienes prefieren productos más activos o astringentes durante los meses cálidos y húmedos pueden utilizar un limpiador y un tónico más suaves en invierno. Es como una versión más ligera de ese ritual que llevamos a cabo cada temporada: el cambio de armario.

Recomendaciones diarias para pieles secas

Por la mañana y la noche, limpia la cara con un producto suave que ayude a reducir la pérdida de hidratación. La leche Gentle Facial Cleansing Milk, formulada con pantenol y aceite de semilla de uva, que suavizan la piel, tiene una textura ligera y reconfortante y elimina fácilmente la suciedad y el maquillaje. Para quienes vivan en entornos urbanos, una opción adecuada es el aceite Parsley Seed Facial Cleansing Oil. Al entrar en contacto con el agua, genera una emulsión excepcionalmente suave que ayuda a mantener la hidratación a la vez que limpia. Seguidamente, aplica el tónico sin alcohol Parsley Seed Anti-Oxidant Facial Toner para equilibrar y refrescar la piel.

A la piel castigada suele irle bien el uso de hidratantes en crema. Primrose Facial Hydrating Cream, adecuada para pieles normales o secas en climas fríos, proporciona nutrición rica en ácidos grasos gracias a los aceites de nuez de macadamia, avellana y onagra, dejando la piel fresca y renovada. Para las personas que prefieren una textura más ligera, Parsley Seed Anti-Oxidant Facial Hydrator restablece la hidratación y aporta ingredientes fortificantes concentrados para proteger la piel frente a los factores estresantes de la vida urbana, por lo que es ideal para quienes viven en la ciudad. Y en condiciones meteorológicas de frío extremo (como los inviernos en Moscú, Mineápolis o Malmö, o al pasar una semana en la nieve), Elemental Facial Barrier Cream proporciona una hidratación intensa con un acabado duradero. Está formulada con bisabolol, cuyo efecto calmante la hace ideal para pieles sensibles, y ayuda a proteger la piel frente a los vientos cortantes.

La eliminación de las células muertas con una exfoliación periódica, pero no demasiado frecuente, puede reducir la descamación y el aspecto apagado. Una o dos veces por semana, masajea suavemente la pasta exfoliante Purifying Facial Exfoliant Paste sobre la piel para que el cuarzo y el ácido láctico la suavicen y renueven.

Por último, cuando la piel seca requiera más atención, los sérums y tratamientos ricos en vitaminas pueden fomentar la nutrición. Damascan Rose Facial Treatment es ideal para pieles dañadas o muy secas, y puede utilizarse como producto único o bien mezclado con tu crema hidratante predilecta siempre que lo necesites.

Hidratación en invierno para pieles grasas y mixtas

El frío no provoca sequedad en todos los tipos de piel. En muchos casos, los ambientes deshidratantes —como los espacios con exceso de calefacción— hacen que la piel produzca demasiado sebo, dando lugar a una complexión con brillos o rojeces. Esto suele ocurrir sobre todo en la zona T, donde abundan las glándulas sebáceas.

Es posible que el frío también acentúe las imperfecciones en las personas proclives a tener problemas en la piel, ya que el aire seco y frío puede alterar la barrera protectora, dejando la piel irritada y más vulnerable a las bacterias.

Cuatro objetos de distinto tamaño envueltos en gasas de colores pastel.

Piel grasa

Si tu piel tiende a grasa durante los meses de invierno, haces bien en evitar los productos hidratantes con textura en crema densa, pero eso no implica que debas omitir la hidratación. En vez de eso, utiliza una fórmula ligera de rápida absorción, como un sérum o loción, para regenerar la piel sin sensación de pesadez. Lucent Facial Concentrate puede utilizarse como sérum hidratante único o antes de otro producto. Es rico en vitamina C y equilibra y acondiciona la piel.

Para quienes prefieren hidratantes con textura en crema, Mandarin Facial Hydrating Cream es una alternativa ligera: sus aceites cítricos contienen propiedades purificantes, dejando la piel suave y elástica con una textura no grasa. También es apta para pieles mixtas.

En caso de piel apagada o congestionada, recomendamos aplicar el aceite Fabulous Face Oil según sea necesario. Es un tratamiento ideal para antes de irse a la cama que equilibra la piel y aporta una nutrición emoliente. (En el caso de las pieles grasas, aconsejamos utilizarlo una o dos veces por semana en lugar del producto hidratante que uses por la noche).

Piel mixta

La piel mixta requiere hidratación en las zonas más secas del cara sin saturar las zonas más grasas. En este tipo de piel, la grasa se concentra principalmente en la zona T (frente, nariz y barbilla), mientras que en las mejillas puede haber descamación, tirantez o irritación.

Una limpieza eficaz, seguida de un tónico astringente suave como B & Tea Balancing Toner, te ayudará a reequilibrar la piel.

In Two Minds Facial Hydrator es un producto desarrollado específicamente para las pieles mixtas. Su fórmula incluye hamamelis, que tiene un leve efecto astringente, y sándalo, conocido por sus propiedades calmantes. Su textura en loción ligera se absorbe rápidamente y aporta hidratación.

Otros productos esenciales para el frío

Al salir de la ducha o del baño, aplica una cantidad generosa de tu bálsamo habitual sobre la piel ligeramente húmeda y masajea hasta que se absorba: esto ayudará a atrapar la hidratación. La aplicación frecuente de la crema Rosehip Seed Lip Cream ayuda a prevenir los labios agrietados y cortados. Y para las manos expuestas al frío o a lavados frecuentes, se recomienda aplicar una cantidad generosa de un bálsamo de manos nutritivo para mantener la piel suave y bien hidratada.

Beber agua en abundancia y llevar una alimentación rica en ácidos grasos omega 3 también ayuda a regenerar la piel desde dentro.

Mesa puesta para comer, con tazas, teteras, cuencos de sopa y cubiertos sobre un mantel de color avena.

Recomendaciones adaptadas a tu piel

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