En pocas palabras, un exfoliante químico rompe los enlaces entre las células de la piel, ayudando a acelerar el desprendimiento de dichas células. Algunos exfoliantes químicos actúan únicamente en la superficie cutánea, mientras que otros pueden penetrar en los poros y ayudar a eliminar las células muertas y otros residuos (o sebo) que puedan acumularse en el interior.
Los exfoliantes químicos actúan reduciendo la adhesión de los corneocitos, rompiendo las interacciones entre las células superficiales de la piel. Incluyen Hidroxiácidos, que se pueden utilizar para ofrecer una exfoliación química suave. Los Alfa-Hidroxiácidos (AHA) son ácidos solubles en agua. El Ácido Láctico, el integrante más suave de la familia de los AHA, figura entre los ingredientes de varias de nuestras fórmulas. Los Beta-Hidroxiácidos (BHA), como el Ácido Salicílico, son solubles en aceite y ayudan a eliminar las impurezas. Utilizados de forma adecuada, estos exfoliantes químicos pueden ayudar a mejorar la textura global de la piel, volviéndola más suave y tersa.
Los limpiadores de uso diario que contienen un exfoliante químico, como Parsley Seed Facial Cleanser o In Two Minds Facial Cleanser, ofrecen una solución exfoliante suave. No obstante, si tu piel presenta una apariencia especialmente apagada, con manchas o impurezas, puede ser necesario un enfoque más enérgico con un exfoliante abrasivo.
Introducción a la exfoliación física.