Guía para cuidar las pieles secas

La piel seca es una afección frecuente que puede resultar molesta. Se caracteriza por una sensación de aspereza o tirantez, sobre todo después de la limpieza. Asimismo, puede presentar una textura escamosa o desigual, un aspecto apagado, falta de grasa y, en algunos casos, rojeces, picor o irritación.

Pared interior de ladrillo caravista, pintada, repintada y decapada en tonos blanco y verde oscuro.

Las causas de la piel seca

La sequedad puede tener varios motivos, algunos de los cuales son más fáciles de evitar que otros. Sin embargo, lo importante es conocer los desencadenantes internos y externos para establecer una rutina de cuidado facial adecuada a tus necesidades.

Clima y entorno

La piel es un órgano dinámico que responde al entorno, por lo que una de las principales causas de la piel seca son los cambios meteorológicos y estacionales. Las pieles expuestas a un clima frío, poca humedad o vientos fuertes requieren una hidratación y protección minuciosas. El frío ralentiza la circulación sanguínea, lo que a su vez reduce la cantidad de nutrientes y agua que recibe la piel. Además, la renovación de las células también se vuelve más lenta, lo que puede dar lugar a descamación y a un aspecto irregular.

No obstante, los climas cálidos también pueden provocar piel seca, ya que perdemos agua al transpirar. Si bien es cierto que el calor aumenta la circulación, también lo hace la temperatura corporal, lo que estimula la pérdida de agua transepidérmica y la transpiración.

Nuestro consejo es tener en cuenta no solo la estación y el clima, sino también los «microclimas» que afectan a la piel: por ejemplo, los entornos climatizados —ya sean oficinas con aire acondicionado o casas con calefacción— suelen resecarla.

Factores biológicos

La genética influye en gran medida en la salud y el aspecto de la piel. Algunas personas tienen predisposición a la piel seca, igual que otras la tienen a un cabello grueso, los ojos verdes o pecas.

El proceso de envejecimiento también afecta a la capacidad de la piel para retener el agua. Con el tiempo, la epidermis se va volviendo más fina. La producción de sebo, elastina y colágeno se ralentiza, junto con la renovación de las células de la piel, por lo que, en ocasiones, la sequedad está relacionada con la piel madura. En Aesop abogamos por apreciar el envejecimiento, no evitarlo, y nuestros productos no proclaman tener propiedades antiedad. Lo que sí defendemos es la creación de rutinas de cuidado facial adaptadas al entorno, al estilo de vida y a la edad de cada persona, y recomendamos productos en función de ello. Para mantener la piel lo más sana posible, aconsejamos hacer una limpieza suave a diario, exfoliar ocasionalmente y aportar la nutrición adecuada.

Las fluctuaciones hormonales (por ejemplo, debidas al estrés, alguna medicación o la menopausia) pueden desequilibrar la piel y hacer que esté seca y deshidratada.

Hábitos de cuidado facial

Recomendamos lavar la cara con agua tibia y evitar tomar duchas o baños largos con agua muy caliente, ya que pueden exacerbar la sequedad. La limpieza excesiva con productos que eliminan los aceites naturales de la piel o con productos demasiado astringentes puede perturbar las propiedades de la barrera protectora de la piel. De la misma forma, el abuso de exfoliantes mecánicos o químicos puede alterar su integridad. De media, las células muertas se renuevan cada veintiocho días, aproximadamente. Al exfoliar la piel con demasiada frecuencia, se eliminan células sanas y la piel puede secarse e irritarse.

Alimentación y nutrición

Para la piel seca o deshidratada, recomendamos dos vías de acción en paralelo: externa (tratando la piel) e interna (restableciendo la hidratación desde dentro). Las fórmulas acuosas, como los sérums a base de aloe vera, o los productos que contienen carragenato de sodio hidratan en profundidad, mientras que un mayor consumo de agua y alimentos ricos en ácidos grasos omega restablece la hidratación desde dentro.

Tres matraces con agua, una rodaja de limón y hojas de menta

La diferencia entre piel seca y piel deshidratada

Si bien se suelen utilizar ambos términos indistintamente, en el contexto del cuidado de la piel hacen referencia a situaciones diferentes. Cuando hablamos de piel seca, nos referimos a una falta de grasa (o sebo), que se manifiesta como descamación o aspereza y una sensación de tirantez o molestia, sobre todo después de la limpieza. La sequedad altera la integridad de la barrera protectora, lo que implica que la piel es más vulnerable a la pérdida de agua, a la irritación y a la sensibilidad.

Por otro lado, la piel deshidratada indica una falta de agua o hidratación. Suele dar lugar a una complexión apagada, con líneas o arrugas más visibles, y la mejor forma de tratarla es aplicando los productos adecuados y consumiendo más agua y alimentos ricos en ácidos grasos omega.

Pared interior con una superficie seca, agrietada e irregular.

Fórmulas recomendadas para pieles secas

En Aesop abogamos por el uso de fórmulas que mantengan o aporten hidratación en cada paso para regenerar la piel seca y evitar exacerbar el problema: un limpiador facial suave, pero eficaz, un tónico sin alcohol y un producto hidratante adecuado a tu entorno y a tus preferencias de textura.

Limpiadores

Aptos para su uso diario, nuestros limpiadores faciales son hidrosolubles y están enriquecidos con extractos vegetales nutritivos para una limpieza delicada que deja la piel renovada y suave. Son especialmente beneficiosos para las personas con piel seca y sensible que requieren una limpieza delicada sin eliminar la capa protectora, así como para quienes viven en climas fríos y secos o para utilizar en los meses de invierno.

Si la piel presenta alguna sensibilidad, recomendamos el limpiador Gentle Facial Cleansing Milk que se caracteriza por su textura ligera y refinada. Contiene ingredientes nutritivos, como aceite de semilla de uva, para minimizar la pérdida de hidratación durante la limpieza y suavizar la piel.

El aceite Parsley Seed Facial Cleansing Oil es especialmente adecuado para las personas que viven en entornos urbanos y contiene una combinación de aceites nutritivos, como los de nuez de macadamia y aguacate. Al contacto con el agua, forma una reconfortante emulsión que limpia la cara con excepcional eficacia y delicadeza, una combinación fabulosa para la piel seca.

Tónicos

Después de una limpieza minuciosa y delicada, recomendamos aplicar un tónico para refrescar, equilibrar y preparar la piel para la hidratación. Los tónicos suaves sin alcohol, como B & Tea Balancing Toner y Parsley Seed Anti-Oxidant Facial Toner, son especialmente adecuados para pieles secas. Ambos contienen hamamelis, un astringente suave, e hidratan ligeramente. B & Tea Balancing Toner es especialmente calmante mientras que Parsley Seed Anti-Oxidant Facial Toner contiene ingredientes que revitalizan la piel y es ideal para las personas que viven en entornos urbanos.

Hidratantes

Nuestros productos hidratantes están diseñados para utilizarse a diario, por la mañana y por la noche. A la hora de seleccionar el más adecuado para la piel seca, cabe considerar el entorno, la textura y el acabado deseado, además de las propiedades nutritivas.

Para las personas que viven en climas fríos o prefieren una textura más densa, recomendamos cremas hidratantes ricas en emolientes, ya que promueven la retención del agua. Primrose Facial Hydrating Cream aporta una dosis generosa de ácidos grasos esenciales, aceites de frutos secos y extractos vegetales para dejar la piel suave y fresca.

En los climas cálidos, o si se prefiere una loción ligera de rápida absorción, Parsley Seed Anti-Oxidant Hydrator proporciona una hidratación excepcional y deja la piel suave y elástica. La fórmula, rica en antioxidantes, contiene una combinación de emolientes y humectantes ligeros, con extractos de semilla de perejil, té blanco y epilobio. Es ideal para su uso en entornos urbanos.

Para la delicada piel del contorno de los ojos, la crema Parsley Seed Anti-Oxidant Eye Cream es una fórmula que hidrata en profundidad y contiene altas dosis de vitaminas C y E.

Tratamientos y mascarillas

Una buena rutina diaria para la piel seca debe incluir el uso frecuente de productos complementarios y mascarillas para intensificar la hidratación.

Para pieles extremadamente secas o dañadas, recomendamos el tratamiento Damascan Rose Facial Treatment, enriquecido con vitamina E que suaviza la piel y extractos vegetales ricos en ácidos grasos. Puede aplicarse directamente sobre la piel (de tres a cinco gotas después de la limpieza y la tonificación) o mezclarse con una crema, loción o sérum hidratante Aesop para una mayor nutrición.

La mascarilla Blue Chamomile Facial Hydrating Masque es una fórmula ligera y refrescante que se puede aplicar con la frecuencia deseada, si bien nuestra recomendación es dos veces por semana. Contiene carragenato de sodio para reforzar los niveles subyacentes de hidratación y una mezcla calmante de bisabolol y extracto de raíz de jengibre. Su acabado discreto hace que sea la compañera ideal para llevar de viaje o para revitalizar la piel deshidratada después de un vuelo.

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