La conexión entre la bañera y la relajación tiene un complejo trasfondo cultural. Dependiendo de la persona, puede evocar imágenes de velas de té, una neblina de vapor, cantos de ballenas o un libro de bolsillo sostenido peligrosamente cerca de la superficie del agua. La ducha, en cambio, suele ocupar un lugar muy diferente en nuestro imaginario colectivo: uno de despertares fríos y rutinas apresuradas. Sin embargo, este espacio aparentemente simple puede convertirse en un escenario para el pensamiento creativo y la expresión: un interludio de unos tres minutos en la rutina diaria, donde somos libre de cantar y chapotear sin restricciones.
Nuestros limpiadores corporales, diseñados teniendo en cuenta tanto la piel como los sentidos, han fomentado durante mucho tiempo este enfoque consciente del baño. La última incorporación a la gama, el limpiador corporal Eleos Nourishing Body Cleanser, da continuidad a este legado. Con su textura reconfortante y su aroma amaderado, especiado y herbáceo, transforma la ducha en un espacio más sensorial, donde el simple acto de la limpieza se imbuye de alegría.