Aesop Fernando VI

Los visitantes curiosos son recibidos por un mosaico de trencadís, característico de la arquitectura modernista catalana. Fragmentos irregulares de cerámica de terracota rota se ensamblan en un rompecabezas que cubre el suelo y se extiende hacia los zócalos y las encimeras. Este conjunto gráfico fragmentado establece un diálogo lúdico con las sobrias etiquetas negras y alabastrinas de nuestra gama de productos para la piel, el cabello, el cuerpo y el hogar, que se disponen cuidadosamente por todo el espacio. En los lavabos centrales —esculturas hechas de granito silvestre español, madera de nogal y vidrio martillado— los clientes pueden experimentar con las fórmulas bajo el flujo de agua corriente. El vidrio catedral, con su acabado texturizado único, genera un sereno juego de luces y sombras en el pórtico que separa la parte delantera de la trasera del establecimiento. Las paredes, revestidas con un fino enlucido de arcilla, albergan pequeñas obras de arte, como un relieve abstracto y un óleo figurativo, que deleitan la vista de quienes se detienen a admirarlas.